La mayoría de pacientes depresivos consulta por síntomas físicos


Fuente:
Correo Farmacéutico
Fecha:
02/16/2006

Area:
CEIM
Areas secundarias:

Fecha de expiración:
03/09/2006

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No tratar bien los síntomas residuales como el dolor, la ansiedad,
el insomnio, el cansancio y la tristeza favorece las recaídas
La mayoría de pacientes depresivos consulta por síntomas físicos


El ritmo apremiante y competitivo del estilo de vida occidental, junto con las mejores cifras de diagnóstico, lleva a que uno de cada cinco ciudadanos padezca una trastorno de depresión o ansiedad patológica en algún momento de su vida, y en un alto porcentaje no se detecta, ya que sólo un 40 por ciento de enfermos es atendido en centros sanitarios.

Uno de los motivos que aún relega el tratamiento es que todavía se entiende como enfermedad mental, si bien el 80 por ciento de trastornos mentales concurre con síntomas físicos: más de la mitad de los pacientes con depresión acude a consulta por trastornos de tipo somático, y entre los motivos de consulta la mayor parte no se relaciona con el espectro psicológico, sino con síntomas físicos en los que se refiere algún grado de dolor. Así se puso de manifiesto en el simposio "Depresión, cuerpo y mente", celebrado la semana pasada en Madrid con el patrocinio de Boehringer Ingelheim. "El paciente deprimido suele referir en consulta síntomas que pertenecen al conjunto de manifestaciones somáticas de la depresión, pero el facultativo tiende todavía a tratar al deprimido tan sólo como un enfermo mental", sostiene Jerónimo Sáiz, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal, en Madrid. Con él coincide Luis Agüera, homónimo de Sáiz en el Hospital Universitario Doce de Octubre, también en Madrid: "Hasta hoy ha habido un divorcio entre lo que preocupaba a los pacientes y lo que preocupaba a los médicos. Ahora que comienzan a abordarse conjuntamente síntomas psiquiátricos y somáticos se empieza a ver al paciente como algo más que un enfermo mental". El problema, según estos expertos, es la falta de adiestramiento de primaria y sobre todo la presión asistencial, que impide tirar del hilo para diagnosticar la depresión que se esconde detrás de muchos trastornos menores.

Los expertos señalaron en un encuentro con la prensa previo al simposio que el síntoma físico más característico de la depresión es el dolor, ya que ambos procesos comparten rutas bioquímicas de transmisión serotoninérgica, sobre todo de tipo noradrenérgico.


Asimismo, el dolor crónico puede desencadenar también estrés crónico y ansiedad, lo que lleva a depresión secundaria. Agüera señala que en un paciente deprimido se reduce el umbral de dolor, puede ser uno de los síntomas de la depresión y desencadenante de la ansiedad, lo que lleva a que en más de 80 por ciento de las depresiones concurran con trastornos ansiosos.


Según explica Sáiz, junto a este círculo ansiedad-dolor-depresión hay otros trastornos considerados como banales que pueden indicar depresión y con frecuencia también son residuales a tratamientos con antidepresivos en los que no se ha conseguido que el cuadro remita por completo, por lo que se conocen con el nombre de síntomas residuales.
"No tratarlos bien puede favorecer nuevas crisis depresivas porque aumentan el riesgo de recurrencia y recaídas", subraya el psiquiatra. Éstos trastornos se califican como menores y son de tres tipos. "Los primeros pertenecen a la espera biológica, y serían el insomnio, otros trastornos de los ritmos circadianos o trastornos alimentarios. Los segundos son del espectro psicológico -tristeza vital, pérdida de atención y concentración, idea de muerte- y, finalmente, están las disfunciones vegetativas, como mareos, palpitaciones, micción frecuente o ansiedad".

Falta de adherencia


Sáiz y Agüera recalcan que cada brote debe tratarse contundentemente.


"Hay que tener en cuenta que la tendencia a recaídas es consustancial al concepto de la depresión y se estima que el 70 por ciento de pacientes recae en un plazo de 10 años", indica Sáiz. "La terapia psicofarmacológica tiene capacidad preventiva y hay pacientes que requieren tratamiento crónico. Pero hay un problema: la falta de adherencia. Los datos son pesimistas, llegando hasta el 40 por ciento, y entre los que cumplen las pautas terapéuticas hay un 60 por ciento que se las salta esporádicamente".

Salvador Ros, consultor senior del Servicio de Psiquiatría del Hospital del Mar, en Barcelona, ha presidido en esta ciudad el III Congreso Nacional de Ansiedad y Trastornos Comórbidos y señala que la mayoría de procesos secundarios a la depresión se puede abordar fuera de las consultas mediante
"cambios de hábitos como comer y dormir bien, hacer ejercicio y mejorar las relaciones familiares".

Cómo evaluar el grado de ansiedad y depresión


La Escala de la Ansiedad y Depresión de Goldberg es un sencilla de usar y de gran eficacia en la orientación en primaria para el diagnóstico de los trastornos de depresión y/o ansiedad. Constituye un instrumento de evaluación de la severidad y evolución de estos trastornos y puede usarse como una guía para la entrevista.